lunes, 8 de marzo de 2010
Te: primera propuesta
Se trata esta de la primera aproximación al lugar. El pabellón de té pretendía ser una ocupación dispersa de "pequeños pabellones" íntimos
A modo de cabinas telefónicas, el proyecto era un regalo al romanticismo más que a la arquitectura. Ejecutivos a primera hora de la mañana, parejas por la noche, amigos y conocidos... se preparaban su propio té en una pequeña cabina con agua caliente disponible en un surtidor.
Formalmente clásicos, suponían un espacio innovador en cuanto a recreación social y urbana. Una colina de reflejos de día, una colina de lámparas titilantes de noche. Ni un sólo visitante negaría acercarse a tal lugar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario