1.- Desaparece el remate plano, esa forma truncada que disolvía el ritmo que se seguía en sección y le daba ese aspecto de "corona de Burguer King". Ahora el ritmo de todo el edificio se reproduce en su remate. Este se ataluda aprovechando más la luz y las vistas.
2.- Las escaleras que comunican programa y hostal dejan de estar flotando en espacios desaprovechados. Se sacan hacia afuera aprovechándose también como escaleras de emergencia, aumentan su número, dejan espacios de uso común entre ellas, más grandes y potentes.
3.- Basta ya de pensar sólo en lo público, queremos viviendas y habitaciones mejores. Éstas cambiarán en altura, forma, volumetría... De aquí deriva la relación entre lo grande y lo pequeño.
4.- Programas y habitaciones dejan de estar desvinculados, ahora se relacionan generando espacios avocinados, algunos más oscuros, otros mucho más iluminados... ya no queda espacio inútil entre habitaciones y programa, y las distintas tipologías de habitaciones conforman los cambios en el programa según convenga, produciéndose así la relación entre lo grande y lo pequeño.
5.- Mayor modulación, tanto programática como estructural.
Estos primeros dibujos hablan de muchas tipologías. Quise hacer tipologías para deportistas, músicos, cocineros, amantes de la naturaleza, estudiosos... Me di cuenta de que muchas eran parecidas: los cocineros se parecían a los naturalistas, los músicos a los gimnastas, los informáticos compartían aspectos con los arquitectos...
De este modo pude congregar todo en tres únicas tipologías: Espiritual, física e intelectual. Al elegir una habitación estás escogiendo un programa y lo haces tuyo. Si eliges la física no tendrás porqué ir al gimnasio, si eliges la intelectual no necesitarás la sala de estudios...
La vivienda, arriba, tendrá que aunar estos 3 aspectos, siendo así mucho más completa.
Las habitaciones tendrán un sólo mirador, grande, recuerda lo que representa la propia habitación, el deporte, la creatividad, la naturaleza... Las viviendas por contra tienes dos extremos parejos, miran hacia afuera, miran hacia adentro, el jardín de la manzana. Recovecos anulan la necesidad de particionar la vivienda, se generan unos espacios más oscuros y recogidos, adecuados para el silencio, el descanso y la reflexión; y otros más luminosos para la actividad y el ocio. Los tres aspectos de las habitaciones florecen en toda la vivienda de formas distintas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario